viernes, 11 de julio de 2014



La mayoría de los padres quieren que los hijos...

- Asistan a todas las reuniones familiares y saluden hasta la mascota de la casa

- Se vistan como ellos creen que deben vestirse, no importa si se tiene 30 o más años, frases como: "te he dicho que esa camisa no te queda" "deja de ponerte tanto zapato cerrado y usa tacones de vez en cuando" no suelen faltar, así como tampoco: "no te dejes el cabello tan largo" o "pareces un bárbaro, afeitate"

- Alcancen las metas que ellos no pudieron alcanzar y sean aquellos quienes no pudieron ser por las mil y un razones. Aunque...este es un querer muy común y normal entre los padres, no necesariamente significa que es saludable...¡no lo es! Unos nunca caen en cuenta de ello, otros se demoran demasiado y unos pocos se percatan a tiempo...¡que fortuna!

Se puede decir que sí, que el tiempo ha pasado rápido, que la vida de ahora ya no es como la de antes, que los padres ahora...parecen manejar otros pensares...pero no es así, en esencia son lo mismo. En lo más profundo de su ser siguen siendo aquellos que (aunque les cueste admitirlo) quieren un hijo casi perfecto. Y por eso es que siempre existirá ese "pero..." ¡Es que hasta para las cosas más cotidianas! Acéptelo...dese cuenta que no importa que tantos platillos usted aprenda a preparar o que tanto se esfuerce por hacer la limpieza al apartamento o a la casa...no será suficiente...se lo darán a conocer con sutileza, con cariño o con irritabilidad, no importa...no lo pueden evitar. Y nosotros...nosotros los hijos no podemos hacer otra cosa sino amarlos...¡ah! y tenerles mucha paciencia...